Entrevista para Yoga en Red
Swami Satyananda Saraswati nos explica, con su habitual amenidad y erudición, las enseñanzas de este texto, La Devi Gita o El canto de la Diosa, en esta entrevista de Irene Jimeno.
Swamiji, ¿podría comentarnos qué es la Devi Gita?
La Devi Gita es un profundo texto que forma parte del Srimad Devi Bhagavatam, una escritura (purana) que trata sobre la grandeza de la Diosa, la gran Madre que todo lo crea y sostiene. La Devi Gita contiene una profunda y valiosa enseñanza, consta de diez capítulos y tiene algo más de quinientos versos. Al inicio del texto los dioses propician a la Devi. Ella les revela su forma infinita que incluye todos los mundos, seres y planos de existencia (viratsvarupa). Tras esta conmovedora visión, la Devi imparte en un extraordinario diálogo la enseñanza del camino que conduce a la Realidad Suprema.
¿Cuál la esencia del texto?
La Devi expone que existen tres caminos muy importantes: el karma yoga, el camino de la acción desinteresada; el bhakti yoga o camino de la devoción; y el jñana yoga, el camino del conocimiento. A la vez, muestra que no son caminos separados sino que el aspirante debe incluir los tres en su propio proceso, aunque pueda existir una propensión natural hacia uno de ellos.
¿Cuál de estos caminos sería el más adecuado para empezar?
Tradicionalmente el camino comienza por el karma yoga, la acción desinteresada. Al inicio nos identificamos con un cuerpo, una mente y un ego que se cree el hacedor. El yogui da un primer paso ofreciendo su acción, dedicando su vida a algo que trasciende su individualidad. Cuando nuestra vida se convierte en un ofrecimiento a la divinidad, vamos dejando atrás la opacidad y el deseo egoico; nuestra mente e intelecto se hacen más luminosos.
A la vez los textos siempre enfatizan que la bhakti (devoción) es el camino más sencillo, aunque no es algo que podamos forzar, debe surgir de nuestro corazón. Nuestra mente puede dirigirse siempre hacia lo inmediato y fácilmente accesible, aquello que nos gratifica sensorialmente, o bien puede dirigirse hacia lo divino y eterno.
Con el soporte de una acción dhármica, armónica y desapegada, y un corazón lleno de devoción, el conocimiento, jñana, llega como la culminación de este proceso. Entonces el conocimiento de que la divinidad no es distinta a nuestro propio Ser aparece de forma natural, como el sol al amanecer.
¿Qué pasos o pautas puede encontrar el practicante de yoga en este texto?
El texto despliega una enseñanza muy rica. La Devi, por su compasión, quiere dar respuesta y pautas a las diferentes potencialidades de los aspirantes. Ella nos instruye en el ashtangha yoga o yoga de los ocho pasos, en el kundalini yoga, en el yoga de la devoción, en el yoga del conocimiento… Nos instruye acerca de lugares sagrados, rituales e incluso celebraciones y formas de adoración védicas y tántricas. Pero por encima de todo, la Devi enfatiza que la meta de todos los yogas es el conocimiento de Brahman, del Absoluto, nuestra propia esencia.
¿Quiénes pueden acceder a este conocimiento y qué cualidades deben cultivar?
Como en todo camino yóguico, deben cultivarse unas cualidades básicas. Primero debemos darnos cuenta que el proceso abarca la totalidad de nuestra vida. Si consideramos que hacemos yoga solo cuando vamos al centro de yoga a practicar asanas, no hemos comprendido este proceso. El yoga empieza con lo que comemos -cuando dejamos de ser violentos en la dieta dejando matar animales innecesariamente-. El yoga incluye también lo que leemos y lo que vemos, así que abandonamos las lecturas o imágenes que enturbian nuestra mente con impresiones extrañas. El yoga conlleva una purificación y una elevación de la mente, así como el desarrollo de ciertas cualidades éticas. Por ejemplo la ausencia de engaño, orgullo o envidia, y también ser capaces de transformar estas tendencias que nos limitan en sus cualidades opuestas que nos expanden, tal como expone Patañjali en los Yoga Sutras. Así, donde había odio cultivamos la compasión y la envidia se convierte en buenos deseos hacia los demás.
El camino del yoga se nutre con una práctica diaria de asana, pranayama, meditación y contemplación de la enseñanza. La mente dispersa se convierte en una mente concentrada. La vida se sacraliza en todos los sentidos. Solo con estas firmes bases podremos alcanzar la plenitud interior.
¿Qué relevancia tiene el estudio de los textos en el camino del Yoga?
Los textos sagrados del hinduismo tienen el poder de transformarnos. En el yoga tradicional nos acercamos a un texto con respeto, lo leemos, lo estudiamos, lo contemplamos o lo recitamos con el claro propósito de hacernos uno con la enseñanza, que esta nos transforme y eleve nuestra mente para que nuestro intelecto sea más brillante. Las escrituras contienen la enseñanza transmitida por la divinidad o por grandes sabios, muchas veces en forma de preciosas conversaciones en las que las profundas respuestas nos aportan guía y claridad en nuestro camino. Tradicionalmente se considera que la mejor forma de recibir la enseñanza es escuchándola de tu propio guru, sravana. Si esto no es posible, otra opción es la lectura atenta y la contemplación de los textos sagrados.
¿Nos podría hablar sobre la Devi en el contexto del yoga?
Sin la Devi no hay Yoga. Aunque hoy en día se enseñe el hatha yoga con fines terapéuticos, de salud y bienestar, etc., si vamos a la esencia del hatha yoga tradicional encontramos que toda práctica de hatha yoga tiene como meta el despertar de kundalini. ¿Qué es kundalini sino la potencialidad de la Devi que existe en nosotros? Tal como a nivel macrocósmico la Devi manifiesta infinitos universos, planos y seres; a nivel microcósmico la Devi reside en nuestro interior como kundalini. En su despertar manifiesta en nosotros todo un universo de experiencias yóguicas hasta llevarnos a la fusión con la Conciencia Suprema. La práctica del yoga es la adoración a esta Devi. La esencia de la práctica del yoga es la unión de Shiva-Shakti en nosotros mismos.