Swami Satyananda: «El yoga es altamente contracultural y se está convirtiendo en un producto de mercado»
El monje y maestro hindú recuerda la esencia de esta disciplina en Las bases del yoga, publicado por Editorial Kairós.
El yoga es cada día más popular en Occidente, al mismo tiempo que va tomando formas más alejadas de su esencia y propósito original. Es por ello que Swami Satyananda Saraswati, monje y maestro hindú, abre la puerta a la esencia más profunda de esta disciplina en el libro Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión por Occidente, publicado por Editorial Kairós. Swami lleva al lector el legado ancestral, que se ha mantenido vivo de maestro a discípulo hasta el presente en un volumen que cita las fuentes originales, desde los Vedas y las Upanishads, la Bhagavad Gita, los Yoga Sutras y los textos clásicos del hathayoga, pasando por las poco conocidas vidas de los maestros nathas, hasta llegar a los grandes yoguis contemporáneos. www.advaitavidya.org
¿Diría que lo que se practica en Occidente es yoga?
En Occidente se practican muchas cosas, pero en nombre del yoga se practican técnicas que están muy alejadas de él, más cercanas a la gimnasia o a la terapia corporal. Se practica solo una pequeña parte del yoga, que posiblemente no sea la más importante, que es la que responde solo al movimiento corporal. Sin embargo, su finalidad es llevarnos al silencio interior.
¿Todo el mundo puede llegar a este silencio?
Sí. Siguiendo unas pautas, unos momentos de quietud, unos ejercicios de respiración y unas posturas físicas.También es importante la concentración, los cambios en lo que se come, cómo se duerme, las cosas que se hacen y que se podrían dejar de hacer… Todo esto generaría un cambio energético en la persona, que daría lugar a un cambio en el estado de su mente. Y una mente más aquietada se encuentra bien en el silencio.
«En nombre del yoga se practican técnicas que están muy alejadas de él, más cercanas a la gimnasia o a la terapia corporal».
Todo lo contario a la sociedad actual.
El yoga es altamente contracultural y se está convirtiendo en un producto de mercado.
Es como si Occidente destrozara todo lo que toca.
Lo comercializa y a veces lo tiende a banalizar. Occidente es una máquina comercial y con el yoga ha pasado un poco lo mismo. Entonces, es buena noticia que el yoga se haga popular, que la gente lo conozca, pero no olvidemos lo más importante, no nos quedemos solo en el ejercicio físico porque hay mucho más.
¿Los Upanishads son el inicio de todo?
Son el inicio. Forman parte de los Vedas, que serían las escrituras más antiguas del hinduismo. Y allí encontramos la esencia del yoga, lo más profundo, que es la transformación interior, el reconocimiento de una plenitud que existe en todos nosotros, aunque no la veamos.
Para una persona materialista, ¿qué significa la plenitud y el reconocimiento?
Si una persona es muy materialista, posiblemente para ella no signifique nada. El yoga no es para todos. Puede ayudar a todos, pero si alguien está en un campo mental en el que lo que no ve no se lo cree, lo que el yoga va a manifestar en esa persona es algo intangible, es un estado de plenitud que no se puede pesar, no se puede vender. Es un reconocimiento interior de que algo en en esa persona ha cambiado, algo ha descubierto, se siente diferente, más plena, más conectada con el cosmos que nos rodea, es compasiva, florece en otras virtudes, pero no en algo que pueda ser valorado físicamente.
¿Pero sí valorado por los demás?
Sí, los demás lo verán cambiado. Cuando este cambio ocurre, cuando alguien empieza a sentir esta plenitud, los primeros que lo ven, a veces más que uno mismo, son los demás. Y esa persona se encuentra mucho menos dependiente, sale de la patología de tener que comprar algo para sentirse bien, porque ya se siente bien.
¿Usted es monje?
Sí.
¿Y qué hace un monje en Barcelona?
Estoy cerca de Barcelona, en un pueblecito donde tenemos una pequeña comunidad de contemplación, de meditación de yoga. Yo nací en Barcelona, pero he vivido unos treinta años en la India. Me fui de joven, a los 20 años y regresé después de cumplir los 50. Empecé a meditar y sentí la necesidad de encontrar un maestro, lo que me llevó a la India, donde pasé muchos años practicando, estudiando y aprendiendo. Le quise dedicar mi vida porque sentía una gran plenitud. Y hace unos 10 años, por varias razones, me quedé en Barcelona, donde se fue creando un grupo de personas interesadas en esta filosofía.
«La esencia del yoga, lo más profundo, es la transformación interior, el reconocimiento de una plenitud que existe en todos nosotros, aunque no la veamos».
¿Qué tipo de personas se acercan hasta sus clases?
Primero, el yoga que yo enseño no es el físico. Yo enseño a estar inamovible con el cuerpo, a respirar adecuadamente y a empezar a observar aquello en la persona que es anterior al pensamiento. Es decir, ¿quién es Gloria cuando en su mente no hay ningún concepto? Porque Gloria es un conjunto de conceptos, igual que Swami. Creamos una historia personal con muchos conceptos, pero anterior a esto ¿qué hay? Esta es la autoindagación del yoga.
¿Qué hay?
Solo me podría quedar en silencio. Solo el silencio podría expresar algo que no está tocado por la mente. No es algo conceptual. Es tu presencia, tu conciencia, tu existencia pura.
¿Es como volver al vientre materno?
En cierta manera, pero no a ese nivel físico ni de regresión, sino que es como ir a lo más esencial, a la esencia pura, a la existencia pura, sobre la que añadimos la existencia de un personaje, sí, pero la existencia pura existe por sí misma.
¿Esto es incompatible con la vida que llevamos?
No. Esto haría la vida que llevamos más razonable y si muchas personas tuvieran esta evidencia el mundo que estamos creando de totalitarismo tecnocrático cambiaría.
¿Totalitarismo tecnocrático?
Sí, el totalitarismo de la técnica, de la máquina, de los ordenadores, del control que se nos viene encima, esto no sería posible porque viviríamos con otra humanidad, con otra concepción.
«El yoga que yo enseño no es el físico. Yo enseño a estar inamovible con el cuerpo, a respirar adecuadamente y a empezar a observar aquello en la persona que es anterior al pensamiento».
¿Qué diferencia hay entre los yogas que plantea en el libro?
En realidad el yoga es uno, pero este yoga único tiene distintas facetas, distintos textos, distintos maestros y procesos que dan énfasis a ciertos aspectos. Uno sería el Karma-yoga, el yoga de la acción donde uno aprende a actuar con excelencia, haciendo las cosas con total habilidad, pero a la vez con desapego del resultado, lo cual proporciona libertad.
¿Qué quiere decir con desapego del resultado?
Quiere decir que tú has hecho algo muy bien, pero luego te desapegas de lo que va a pasar, de si te aplauden o no. Tú has sido impecable en lo que has hecho. Entonces, lo que vaya a venir, no te toca tanto.
Esto es algo que distancia mucho de la valoración social, del reconocimiento social…
En cierta manera te hace más libre. Luego tenemos el Raja-yoga, el de la meditación, donde el practicante va buscando la forma de que su mente vaya quedando vacía de todo contenido para sentir esta esencia que comentábamos antes, esta conciencia que es anterior al pensamiento. Este es el conocido yoga de Patanjali. Luego, otra expresión del yoga sería el Bhakti-yoga o el yoga de la devoción o del amor, donde uno siente una devoción o amor por la divinidad. Para quien no lo entiende, esto puede ser un poco extraño, pero en la India hay personas que sienten una gran atracción por un aspecto de la divinidad o por el aspecto absoluto, como la conciencia absoluta, lo más infinito, lo más eterno. Entonces, llevas tu emoción hacia algo muy elevado y esto cambia tu mente. Este amor por la infinitud, por la trascendencia también conlleva la transformación del individuo. Finalmente, el Hatha-yoga, el más conocido, que es el que empieza con las posturas, con el cuidado del cuerpo, pasa a trabajar métodos de respiración hasta llegar a aquietarla y cuando esta se aquieta, la mente se aquieta. El Hatha-yoga es como una parte del Raja-yoga, luego ingresaría en el yoga de la meditación.
«Hay mucha belleza en el silencio y estamos olvidando algo fundamental para el ser humano y es que lo necesitamos».
¿Cuál se practica en Occidente?
El Hatha-yoga, en el que las posturas son muy bonitas, muy perfectas, pero que deben llevar no solo al éxito en la postura, sino al silencio interior y al estado meditativo. Y esto es lo que se está perdiendo.
¿El yoga ayuda contra enfermedades?
Sí porque purifica el cuerpo, armoniza el cuerpo, armoniza la energía vital y esto lleva a un cambio en la mente. Muchas enfermedades son psicosomáticas, por lo que una mente que está en un estado de mayor plenitud, de mayor bienestar, de menos ansiedad, provoca que el sistema inmunológico esté más saludable que el de otra persona sometida a una mente bajo estrés o tensión. Sin duda. Pero el yoga no está hecho para la salud, es como un bien que además, nos viene dado. El yoga está hecho para llegar a ese estado de silencio. Que además genera un mayor equilibrio y una mejor salud, esto es cierto.
¿Por qué cree que nos da tanto miedo el silencio?
Porque vivimos en una sociedad muy ruidosa y nuestra mente se vuelve ruidosa. Observamos de qué manera las personas siempre van mirando nuevas informaciones. Incluso en el tren, que es un momento para estar tranquilo, no ves a casi nadie tranquilo. Ves a todo el mundo mirando películas, mensajes. Es como si las mentes fueran parte de un torbellino y luego el silencio cuesta más, claro. Pero es que el silencio es muy bello, hay mucha belleza en el silencio y estamos olvidando algo fundamental para el ser humano y es que lo necesitamos.
«Muchas enfermedades son psicosomáticas, por lo que una mente que está en un estado de mayor plenitud, de mayor bienestar, de menos ansiedad, provoca que el sistema inmunológico esté más saludable que el de otra persona sometida a una mente bajo estrés o tensión».
¿Es una manera de vida?
Sí, es una forma de vivir, es una comprensión de la vida. Poco a poco, a la que se mete en tu vida, va cambiando ciertos hábitos, ciertas formas de hacer, ciertas formas de concebir.
¿Qué ha cambiado en usted?
Me ha cambiado radicalmente. La felicidad que sientes en silencio, en meditación, la menor necesidad de tener que salir con los amigos y dar vueltas a buscar algo que te produzca felicidad. La felicidad se instala en ti, se instala en cada pequeño detalle de tu vida. La vida se hace más sencilla, más bella, más plena.
¿Qué pretende hacer llegar al lector con este ensayo?
Está muy bien que el yoga llegue a todos, a todas las personas con dolor de espalda, con nerviosismo, que ayude a todos, sí, está muy bien, pero a la vez recordemos cuál es la esencia del yoga, cuál es su auténtica función. Recordemos que quizás, con la postura corporal estamos usando el 3% y nos queda otro 97%, que es muy importante también. Ante un comercialismo tan grande del yoga, es poner sobre la mesa estos textos, estas bases. Esto sigue existiendo, no lo olvidemos.