“Ahimsa, la no violencia, es el dharma más elevado. Ahimsa no es solo una práctica, es una visión del cosmos y un requerimiento básico para el yoga. Ahimsa es para los fuertes, no para los débiles”.
“En los Yoga Sutras de Patañjali, ahimsa se considera la primera restricción (yama) y la más importante. Todos los demás yamas y niyamas son un soporte para que el yogui se establezca plenamente en ahimsa”.
“Patañjali expone que cuando sentimos odio hacia una persona intentemos crear la actitud contraria. Este es el camino de ahimsa, el yogui se va elevando hasta llegar a los espacios puros y desear el mayor bien para todos los seres”.
“Nuestra sociedad sufre una enfermedad terminal. Nunca han habido tantas guerras como en los últimos cincuenta años. Muchas de ellas “guerras para la paz”. Cada año tienen lugar 500.000 asesinatos, millones de suicidios, incontables violaciones. Se asesinan 57 billones de animales inocentes (700.000 cada hora). Los antiguos griegos (órficos, pitagóricos y neoplatónicos) consideraban que la violencia que sufre el ser humano es causa de la violencia inherente en el consumo de carne animal”.
“Cuando nos hacemos conscientes del movimiento de himsa (violencia) en la mente, lo sustituimos por compasión. Es importante no recrearnos en la negatividad, la violencia empieza en uno mismo.”
“El yogui vive su vida como un proceso de ascenso y de transmutación. En la medida que estamos establecidos en ahimsa estamos irradiando esta benéfica virtud. Nuestra vida y actitud mental tienen un impacto. Todo está en comunicación.”